Según la Medida Provisional firmada por el presidente Jair Bolsonaro y publicada en el Boletín Oficial de la Unión el 31 de diciembre, el nuevo salario mínimo para febrero quedó fijado en R$1.212,00. Inicialmente, se estipuló que la actualización sería de R$1.210,00 por mes, pero el monto sufrió ajustes y se determinó que la corrección sería de R$2,00 en consideración de la inflación acumulada durante el año pasado. 

Considerada una de las mayores correcciones de los últimos años, el nuevo mínimo está por encima de la previsión presupuestaria para 2022 y representa un aumento de R$112,00 en relación con el monto pagado en 2021. Aun así, el nuevo monto solo reemplaza la inflación reportada el año pasado. , y no ofrece beneficios reales al trabajador. 

La primera propuesta enviada al Congreso en agosto de 2021 fijó el salario mínimo de este año en R$1.169,00. Sin embargo, el 21 de diciembre el importe ya era de $1.210,00 debido al continuo aumento del precio de los bienes en los últimos meses.

Según la Constitución Federal, el gobierno tiene la obligación de ajustar el salario mínimo para que sea superior a la inflación acumulada el año anterior, otorgando así mayor poder adquisitivo al trabajador. Para que el cálculo de la corrección se realice correctamente, se utiliza como referencia el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que funciona como indicador de inflación del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). 

El aumento de precios de artículos básicos como alimentos, energía y combustibles hizo que las proyecciones del INPC para 2021 subieran cada vez más. Elevando, entonces, las estimaciones respecto del salario mínimo para el año 2022. En el texto firmado el 21 de diciembre, el cálculo del INPC fue de 10.04%. Sin embargo, en una profunda investigación del mercado financiero, el valor porcentual cerró en 10.18%. 

El aumento en el monto del piso nacional también resulta en reajustes en el piso de otros beneficios ofrecidos por el gobierno, como el seguro de desempleo, los incentivos del Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) y el Beneficio de Pago Continuo (BPC), que constituye un gasto anual aún mayor para este año.