A principios de esta semana, la Policía Federal desarticuló una trama criminal que involucraba criptomonedas, responsable de dañar a más de 3 mil personas en 2019. La operación Bad Bots tuvo lugar en Paraná y detuvo a una pareja acusada de robar más de R$6 millones a sus inversores. 

Según información publicada por la PF, la pareja simuló operaciones financieras con criptoactivos vendiendo un paquete que consistía en un robot comercial falso. Gracias a las transacciones automatizadas, los responsables del plan garantizaron a sus clientes ganancias superiores a la media. 

Mientras se retenían las inversiones, los responsables del plan falsificaron resultados extremadamente elevados, informando a los inversores que los totales estarían disponibles para su retiro una vez finalizado el período contratado. Los números presentados y las promesas de enormes ingresos atrajeron cada vez a más clientes a la plataforma. 

En el contrato presentado a las víctimas, la renovación después del primer período era obligatoria para mantener en funcionamiento el falso robot. Como resultado, la retirada prometida casi nunca se produjo. Mientras tanto, se animó a los inversores a invertir cada vez más dinero.

Para garantizar la contratación, la pareja ofrecía una serie de premios exclusivos que podían canjearse al finalizar el contrato, como viajes y artículos de lujo. Además, se aplicó un esquema piramidal para expandir el negocio. En este sentido, los delincuentes prometían ganancias aún mayores si convencían a otras personas para que invirtieran en la empresa. 

La estafa sólo salió a la luz cuando, al finalizar el contrato, se bloquearon los retiros con las cantidades prometidas. Ante los cuestionamientos de los clientes, que buscaban soluciones a lo sucedido, la pareja presentó una serie de justificaciones, siempre echando la culpa a terceros. 

Finalmente, los estafadores cerraron la empresa y huyeron al interior de Paraná. Según la PF, el matrimonio también abrió otros establecimientos en las ciudades de Missal y Medianeira. Bajo el nombre de un tercero del CNPJ, la Policía cree que los sospechosos utilizaron el nuevo emprendimiento para el delito de lavado de dinero con el beneficio obtenido en la trama fraudulenta. 

La pareja fue aprehendida en las ciudades de Medianeira y Misal, y en las regiones se ejecutaron otras tres órdenes de búsqueda e incautación. Las órdenes fueron emitidas por el 9º Juzgado Federal de Curitiba y los sospechosos serán imputados por los delitos de malversación de fondos, formación de pandillas y lavado de dinero.