Sin duda, los alimentos a base de trigo siempre han estado presentes en el día a día de los brasileños. Ya sea en pan francés o masa de pizza, la realidad es que el país es uno de los mayores consumidores de esta materia prima en el mundo. Sin embargo, el querido pan de merienda pronto podría convertirse en un artículo de lujo debido al aumento de los precios de los alimentos.

Además de la inflación en constante aumento que atormenta a Brasil desde mediados del año pasado, se espera que la guerra entre Rusia y Ucrania influya considerablemente en los próximos meses en el valor de los artículos de consumo a base de trigo. 

Esto se debe a que la región de Europa del Este actualmente en conflicto es una de las principales responsables del suministro de materias primas a nivel mundial, con aproximadamente 29% de este mercado. 

Según Carla Argenta, economista jefe de CM Capital, ambos países involucrados en la guerra se encuentran entre los cinco mayores exportadores de trigo a escala mundial. Al tratarse de una mercancía, el precio del producto se define según las bolsas de valores de los países. En este sentido, si la oferta de trigo se ve perjudicada y reducida debido a la guerra, el precio tiende a subir. 

Según Argenta, la gran mayoría del trigo producido en Ucrania proviene de zonas del país que se encuentran bajo ocupación rusa o que se encuentran en medio de un conflicto. Además, las otras regiones productoras tienen dificultades para recibir insumos para mantener las plantaciones y se encuentran sin mano de obra para los cultivos, ya que los hombres han sido llamados al frente de la guerra.

Rachel Sá, jefa de economía de Rico, explica que Brasil no depende de las exportaciones de trigo de Europa del Este. Sin embargo, al tratarse de un bien común, el precio del producto se negocia en los mercados globales. Por lo tanto, el precio será más caro incluso si Brasil importa trigo de otros lugares. 

Carla Argenta destaca que el país más responsable de las importaciones de trigo que se consume en Brasil es Argentina. Sin embargo, el producto es el mismo en todas partes del mundo. Esto significa que cuando no hay oferta de una región productora, la demanda se traslada a otra parte. Finalmente, Argenta afirma que el precio del pan en Brasil debería empezar a encarecerse en tres meses.